Cuando me planteé crear un blog, lo primero que me pregunté fue si yo podía aportar algo.
A lo largo de varios años tuve hasta tres bitácoras: la primera trataba de meteorología (otra de mis pasiones), la segunda de cultura, y la más reciente sobre arte. Las acabé cerrando todas, supongo que abrumada por el hecho de no tener cosas interesantes que contar, o creerlo así, y de no tener tiempo, absorbida por los avatares de la vida y circunstancias personales. La falta de tiempo, ganas e ilusión me llevaron a ponerles punto y final.
Pero desde hace meses me rondaba la idea de crear un espacio donde pudiese compartir parte de mi mundo, ese que me inspira y me motiva, no sólo en mi trabajo artístico, sino en mi vida.
Me empezó a ilusionar la idea de que las personas que me siguen pudiesen conocer el universo de naturaleza, historia , leyenda, magia y fantasía galaicas que hay detrás de mis dibujos, ilustraciones y fotografías, y que viajasen, a través de mis publicaciones, a lugares que me ayudan en ese proceso creativo; el que puede comenzar, por ejemplo, paseando por un bosque de robles centenarios sobre un suelo cubierto de agradable musgo húmedo, mullido y verde, y que continua y termina en la tranquilidad de mi estudio.
Para mí la vida es, en gran medida, ese proceso: sentir y crear, y casi todo gira en torno a ello, como parte de una necesidad vital más amplia, que es vivir libremente y sin ataduras más allá de las que te impone la propia existencia y el paso del tiempo.
Esa necesidad vital, todo ese proceso creativo y mágico, es algo sencillo y natural, y a menudo corre peligro por el estilo de vida impuesto, con su infierno caótico y negativo de «modernidad», consumismo y frivolidad excesivos.
No puedo, nadie puede ni debe aislarse por completo, pero sí conservar esa parcela personal, mágica y vital, viva y protegida.
La rueda de la vida no se detiene y nos arrastra irremediablemente. Somos una brizna de hierba empujada por el viento a un mar tempestuoso. Y en ese océano de locura inmensa, solemos hundirnos en la rutina y las obligaciones sociales. Hacemos lo que se supone que debemos hacer, pero no somos felices. Muchos deseamos otro modo de vida, sin horarios ni necesidades ficticias, donde cosas sencillas y naturales como el ruido de la lluvia, el viento en los árboles, una puesta de sol o una noche clara de luna llena, musicalizada por el canto de los grillos, nos hagan sentir que realmente estamos vivos.
Me encantaría que esa también fuese mi aportación, mostrar esos lugares y momentos que demuestran que otra forma de vida es posible, y que debemos esforzarnos por alcanzar y disfrutar esos instantes mágicos y especiales, en la medida de nuestras posibilidades.
No sé si este viaje durará mucho, yo espero que sí. Y también espero que me acompañéis en él y os sirva de inspiración en vuestro día a día.
Detrás del «arte» hay mucho más, no sólo un papel y un lápiz, y eso es maravilloso y fascinante. Sobre estas líneas podéis ver parte de mi estudio y dos momentos del proceso creativo de “Keltia”, otra de mis damas celtas, que ha servido además como punto de partida para diseñar la portada de mi nueva página web.
Bienvenidos a mi mundo. Gracias por comenzar este viaje conmigo y gracias por leerme. ¡Qué paseis un feliz día! ♥
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© Estefanía Domínguez Cagigao
Que las musas te acompañen siempre, besos 😘😘
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Gracias guapísima. Besos :*
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Que encuentres mucha inspiración en tu bella tierra para seguir escribiendo maravillosas entradas.
Un abrazo y felicidades por el nuevo blog!
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Muchas gracias Eli! Abrazo gigante.
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Enhorabuena por el blog, ahora toca lo más dificil, ¡mantenerlo! ¡Ánimo y besotes! xxx
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Graaacias Luciel! Un besazo xxx
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Espero que esta nueva aventura te traiga muchas alegrías. De principio nos veremos por aquí. Un beso Estefanía.
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¡Muchas gracias Marta! Muy contenta de verte por aquí. Besazo.
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